La experiencia de vivir un torneo tan importante como el de SonyEricsson Open de Miami es inolvidable aunque siempre aparecen estos episodios de suerte.
En el post anterior ya conté la ayudita que me dieron las Williams para no ver a Nadal y ahora gracias al viento de Miami y a la cantidad inexplicable de errores no forzados y a lo que fue (según el relator) el peor partido de su vida me quedo sin ver a Roger Federer.
En fin, siempre el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío.
Espero que hoy gane Delpo, porque verlo a Murray se pasa de aburrido y encima una final con Djokovic que tampoco me cae simpático.
Que se le va a hacer, mejor venir y no ver a los dos monstruos que no venir.
Más indignado que nunca...
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